Entrevista:
Descubre al grupo "Cola de Zorro" y su último disco "Can Can"
"Cola de Zorro" es una banda que nace en Valparaíso, por el interés de un grupo de amigos y jóvenes músicos, de crear nuevos sonidos influenciados del rock fusión, pero que fueron evolucionando en el tiempo al ir incorporando instrumentos clásicos y del folklore Latino Americano. Al ser representantes de la buena música porteña, conversamos con el guitarrista Sebastián Tapia, para conocer un poco más de su historia y descubrir las temáticas y la esencia de su último disco "Can Can" lanzado en abril de este año.
-¿Cómo se forma el grupo Cola de Zorro?
-El grupo se forma el año 2005, con un formato de trío integrado por César Bernales en el bajo, Pablo Rivera en batería, y Cristián Aravena en guitarra. La idea inicial que tenían los cabros, cuando se juntaron por primera vez, era hacer un grupo de rock progresivo. Igual eran todos chicos, iban en el colegio, salvo el Cristián que era un poco más grande, entonces llevaba la batuta y dirigía un poco más al grupo.
-¿Y cómo fue ese proceso de mutación hacia lo que son actualmente?
-Ahí surgió en los integrantes un interés por la música, entonces todos los chiquillos deciden empezar a estudiar música, entonces el Pablito se mete en el Conservatorio con el César, el Negro (Cristián) también toma clases de guitarra, y ahí le empiezan a tomar más importancia a la wea y se empiezan a dedicar de forma más profesional en la música, con estudios y más conocimientos.
De ahí invitan al Pipe (Felipe) Medina, que en un principio tocaba teclado, pero después se queda tocando guitarra y el sintetizador. Luego aparece otro integrante, el Manuel, que tocaba percusión, y después se va también porque estaba trabajando con los "Malabicirco". Entonces ahí la wea empezó a mutar y justo en esa época nos conocimos con los chiquillos, y los cabros querían estudiar en la universidad, y yo ya estaba en la Valpo (Universidad de Valparaíso) entonces ahí se mete el Pipe con el César, se va el Negro del grupo, y el Pablito queda estudiando Percusión en el Conservatorio de Música de la Católica. Y ahí comenzó un cambio en "Cola de Zorro", que si mal no lo recuerdo fue en el año 2008.
Ese mismo año estuvimos tocando un montón y se incorporó un saxofón. Y cuando se metió el saxo, justo dieron la posibilidad de hacer una grabación por un amigo que estaba estudiando sonido, el Fernando Canales, y nos invitó a grabar un disco, y ahí grabamos como cinco temas en un estudio profesional de la Santo Tomás, así con tecnología bacán. Pero grabamos cada uno con su instrumento por separado, entonces esa wea después al escuchar el disco nos dábamos cuenta que el disco sonaba bien pero la música no era tan bacán en la totalidad, no era lo mismo que tocábamos siempre nosotros, no era como una presentación en vivo, faltaba como una energía.
Entonces desde ese tiempo que fue como a final del 2008, hasta el 2010 que tuvimos como una pega remunerada, que nos pagaron 200 lucas por tocar en el Fórum Universal de las Culturas, dijimos invirtamos estas 200 lucas en hacer una grabación y ahí yo propuse que grabáramos no es un estudio, sino que propusiéramos un espacio donde estuviéramos cómodos para grabar, y que las personas encargadas de grabar fueran un amigo, el Camilo Lillo, y yo. Y ahí cnos empezamos a conseguir weas, arrendamos algunos equipos que nos faltaban, y la familia de la Palo (pareja de César) nos prestó una casa que tienen en Limache, y allí fuimos a grabar el disco.
-¿Y cuál fue el resultado de ese trabajo que se está registrado en el disco Can Can?
-El contexto era hacer una cuestión un poco diferente a lo que es como lo "industrialmente correcto", como lo de grabar en un estudio profesional todos separados, etc. Entonces nosotros queríamos grabar todo junto y en una sección. Y el resultado fue totalmente distinto, fue más libre, y por el hecho de estar grabando todos juntos nos daba más espacios para tener improvisaciones y cosas que el otro disco no tenía. En ese mismo sentido y clasificando el disco, se podría decir que el disco busca un poco más de libertad en la música, y esa wea hablando como técnicamente dentro de lo musical, es demostrado también porque tiene secciones que son de música libre, y hartas características musicales que dan cuenta de eso. Como que es consecuente en el cómo se hace el disco y en el cómo trabaja la música , ambos son libres y están al margen de cómo se debe hacer actualmente.
-¿Y cómo fue la post producción del disco, fue muy difícil hacer un disco de manera independiente?
-Es complicado, sobretodo cuando uno tiene una propuesta diferente, o sea entendemos que tampoco es una ultra propuesta marginal, pero es diferente y en ese sentido te cuesta más obtener apoyo. De todas formas nosotros siempre quisimos que todo el proceso fuera autogestionado, y por eso mismo esas 200 lucas que trabajamos para poder grabar el disco y que nos sacamos la cresta pa' la wea tocando. Eso fue lo que invertimos, y para la post producción hicimos un fondo de otras 200 lucas, salidas de nuestro bolsillo, y ahí nos contactamos con otros locos que trabajan con hartos músicos independientes con el fin de hacer el diseño del disco y ese fue como el trabajo de gestión y producción final. Fue todo autogestión y con la ayuda de la gente que nos ayudó en el diseño.
- ¿Por qué escogieron una mata de coquitos de Palma Chilena para la caratula del disco?
- Es rara la wea porque el Pipe hizo la propuesta del nombre para el disco, pero él lo propuso más que por el contenido de la palabra o su significado, por la fonética, por el sonido. El disco se llama Can Can, que es como se llama el fruto de la Palma Chilena en idioma quechua.
- ¿Cómo fue el lanzamiento del disco?
- Fue en abril, "Cola de Zorro", en abril fue la mejor fecha para lanzarlo. Vivimos las dos cara de la moneda porque fue un lanzamiento doble, primero en el Bar La Cantera, que es un lugar donde nosotros habitualmente tocamos, y en el centro cultural Patio Volantín, que es un lugar que además queda cerca de donde vivimos, en nuestro propio barrio. De hecho tuvimos el apoyo de los vecinos, de la botillería, de la pizzería, porque ellos nos hicieron un auspicio y ayudaron para tener un cóctel para la gente.
- ¿Y cómo les ha ido con la venta del disco?
- Cuando hicimos el lanzamiento que fueron dos fechas, pudimos costear todos los gastos que habíamos hecho, entonces las 200 lucas se cubrieron al tiro en esas dos tocatas. Igual sacamos 150 discos no más y aparte lo vendemos barato, a 3 lucas. Y hasta el momento llevamos casi 100 lucas recaudadas y nos quedan como 50 discos todavía, entonces igual vemos que ha sido provechoso, quizás no económicamente, no vas a sobrevivir vendiendo esa wea, nos vas a alimentar a una familia, pero sirve para seguir produciendo cosas dentro del mismo grupo.
- ¿Vale la pena producir un disco en una ciudad como Valpo, en un país como Chile?
- Sí, y a parte que hay otras opciones, nosotros igual nos fuimos por un lado más complicado quizás, por el rollo de la autogestión y todos eso. Pero hay otras formas de producción con las que te vas un poco más a la segura, de todas formas uno elige el camino que quiere y ambas cosas son provechosas. Nosotros estamos felices con el trabajo y como te decía las lucas que ganamos en la venta van a ser invertidas en otras cosas dentro del grupo; al igual que con las recaudaciones de las tocastas, son para el beneficio del grupo, para comprar equipos, cables y cosas que uno necesita.
Por Nicole Valverde.