martes, 17 de julio de 2012

Radiografía del Cine Porteño.-

"El Cine Valparaíso"


"En el teatro Valparaíso la confitería era un carruaje dorado de bronce. Adentro había una señorita de uniforme azul claro que pesaba los caramelos con unas diminutas porongas y luego los echaba en preciosos envases".

Muchos ignoran que Valparaíso tuvo un pasado estrechamente ligado al cine y al teatro. A principios del siglo XX, cuando la Ciudad Puerto comenzaba a vivir sus años dorados, comenzaron a construirse la mayoría de los cines y teatros, que se erguían imponentes hasta en los rincones más inhóspitos del plan y los cerros. Pero con el paso del tiempo y los golpes de la modernización, la mayoría de estos edificios no fueron apreciados por su valor histórico, cultural y arquitectónico,  y simplemente fueron reemplazados, demolidos y destruidos para instalar en su lugar una multitienda comercial, un banco, o una tienda de telefonía móvil, entre otra cosas.     
Es por eso que en este artículo recordaremos al Cine Valparaíso, ese que fue reemplazado por Ripley, y que se llevó con él miles de recuerdos y vivencias de muchos porteños que tuvieron el privilegio de disfrutar. 

Se inauguró en 1937, frente a la Plaza Victoria, en estilo Art Deco. El interior era solemne y de gran belleza, tanto el foyer como la sala misma, con sus hermosos frescos que representaban una alegoría del mundo.
Fue la primera sala de Chile con platea alta cuya estructura no tenía pilares sino una loza extraordinaria de hormigón armado, toda una proeza técnica para la fecha.
Antes de comenzar la función sonaba una campana profunda, como del fondo del océano, y la melodía “Pompa y Circunstancia” amenizaba el intermedio de la función.

Más tarde se convierte en el Club Valparaíso, y sobrevive algunos años como cabaret y sala de fiestas, pero acaba siendo demolido y hoy en su lugar existe Ripley. 





ANTES                                                                                         HOY
En el libro de crónicas porteñas "Ayer Soñé con Valparaíso", el autor, Manuel Peña destaca: "Otro teatro imponente era el Valparaíso, con su gran marquesina de baldosas negras frente a la Plaza Victoria. En el lujoso interior, unas figuras pintadas representaban la historia del mundo, incluyendo desde una escena del tiempo de María Antonieta bajándose de un carruaje con peluca empolvada hasta unos corsarios batiéndose a duelo en una playa del Caribe, pasando por un gigantesco zepellin que cruzaba toda la platea".  


Por Nicole Valverde. 

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